Enero del 2021, un mes aciago
Enero ha sido un mes de sentidas partidas, de enormes vacíos que nos dejan entrañables luchadores sociales que marcaron su impronta en la vida del país. Llorar sus ausencias no tiene sentido –salvo el de la catarsis personal–, mas sí recuperar de ellos lo mejor que nos dieron. De las muchas que nos afligen todavía, hay cuatro en particular que me han causado enorme impacto.
Osvaldo Chato Peredo deja en orfandad a numerosas organizaciones masistas del oriente del país, a las que se ligó para dar batalla desde adentro, a las infiltraciones de derecha que, curiosamente y con su ausencia, alzan nuevamente cabeza para hacerse del instrumento político del pueblo, con fines inconfesables. Combatió denodadamente la desviación de derecha que hacía suponer la necesidad de desarrollar un capitalismo andino previo al socialismo comunitario, expresada pragmáticamente en diversas concesiones a la derecha. Hoy, retumban esos tambores con más fuerza que nunca, nublando el horizonte revolucionario.
Felipe Quispe, el Mallku, sintetizó en una histórica respuesta la sociedad de su época, señorial, clasista y discriminatoria, amén de sometida al imperialismo norteamericano y los poderes ocultos del capitalismo mundial. Lo hizo a través de una frase a una entrevistadora que quiso pasarse de lista, al responderle por los motivos de su decisión de alzarse en armas contra el colonialismo moderno: “Porque no quiero que mi hija sea tu sirvienta”. Con esa sencillez e implacable lógica, fue fiel a su pensamiento reynaguista, del poder indio, de la necesidad de arrancar de raíz el colonialismo que hizo y sigue haciendo del indio, del originario, del indígena, ciudadano de segunda clase. Hombre de principios y con los pies en la tierra, no ahorró críticas a un proceso de cambio que había sembrado demasiadas ilusiones y que reculaba de a poco en el gobierno de Evo.
Juan Carlos Pinto fue rara avis en la política nacional. De formación marxista, con una excepcional intuición para entender la realidad boliviana, desarrolló sus primeros trabajos políticos muy cerca a sectores campesinos e indígenas; lo que alimentó sus convicciones de la necesidad de superar el modernismo que anclaba a la vieja izquierda a posturas eurocentristas que, en la práctica, desdeñaban la lucha anticolonial. En las postrimerías de su vida, se dio de lleno a la tarea de instrumentar un gran acuerdo de diversas facciones revolucionarias; alianza que no podía, de modo alguno, ser una iniciativa pragmática; sino basada en firmes convicciones y enraizada en una propuesta de cambio con el horizonte socialista comunitario clara y expresamente formulado.
Pincel en mano, imaginación y creatividad bebidas de las fuentes del pueblo mismo, Gil Imaná Garrón ha sido, sin duda alguna, de las expresiones más altas de nuestro acervo artístico. Desde su juventud, junto a su hermano Jorge y codo a codo con artistas de la altura de Lorgio Vaca Durán y Walter Solón Romero, entre otros, conformó un vigoroso movimiento artístico al que denominaron Grupo Anteo. Fueron parte de una generación brillante, que entendió al arte más allá de lo lúdico y lo estético, para asumirlo como verdadera herramienta de liberación. Quedan sus cuadros y en Sucre, un mural que compartiera con otros artistas, como expresión de esa pasión por lo suyo, que lo ha vuelto tan universal.
Estos cuatro grandes se nos han ido. Ausencias. Partidas. Vacíos. De ellos hay algo en común: su verdadera raigambre popular que los convenció de la inexistencia de los imprescindibles; de la certeza del triunfo; de la absoluta fidelidad con los principios, aunque molestaran. Rompieron moldes e inscribieron sus nombres en aquella categoría superior de la especie humana: los revolucionarios.
Su lucha sigue.
Son un ejemplo de revolucionarios a seguir. Han contribuido al proceso de cambio de Bolivia.
Este artículo lo trata de marxitizar al indianismo por favor no tratemos de torcer al indianismo, Felipe Quispe Huanca, «MALLKU» no fue marxista ni socialista, no confundimos a la openion publica, así con luchas sociales.por favor marxistas
Felipe quispe huanca, fue indianista Tupak katarista, jallalla Mallku, en sus hijos vive , algún día nosotros mismos tenemos que gobernar, nada de socialismo indiginismo poder aymara
Poder quechua
Poder indio