El patriarcado mas vigente que nunca
En nuestra lengua y en muchas otras, el término «hombre» significa que incluye a la «mujer», de esta forma se usurpa la representación de la humanidad. Los hombres en toda la historia han tenido en su pensamiento un error conceptual al querer representar unilateralmente a todos y todas, siendo solo la mitad del todo, no sólo han perdido la esencia de la democracia, sino que han actuado de forma autoritaria y discriminadora.
Es cierto, los hombres opinan y creen que sus experiencias, sus prácticas, su punto de vista y sus ideas representan toda la experiencia y todo el pensamiento de la humanidad, no sólo son incapaces de definir correctamente la libertad y la diferencia, sino que tal como se expresan no podrán ser equitativos ni justos para ver y actuar en la realidad tal y como es.
Las mujeres en la historia de la humanidad han estado ausentes, o se las ha desvalorizado de manera muy vergonzosa, un ejemplo podemos ver en el libro Caliban y la Bruja escrito por Silvia Federici, que expone todas las acciones patriarcales contra las sabias que las denominaron brujas, para quemarlas vivas y evitar el reconocimiento de su aporte a la sociedad de ese tiempo.
La pregunta es: las mujeres acaso no han participado en todos los momentos de la construcción de este mundo ? la verdad es que en todas las épocas se ha ocultado su presencia y sus aportes. En Bolivia su participación ha sido vital, vale la pena rescatar y reivindicar su trascendental participación en la elaboración de la Constitución Política del Estado, donde han luchado contra todas las propuestas tradicionales y conservadoras de varios constituyentes, moros y cristianos, que aspiraban al mantenimiento del sojuzgamiento de las mujeres.
La visión androcéntrica, las construcciones mentales de la civilización occidental, no han estado ausentes de los pensamientos de los hombres constituyentes de los diferentes partidos, a pesar de todo se ha logrado la inclusión de varios artículos en beneficio de las mujeres y muchos se han conformado añadiendo simplemente el termino mujeres.
Es cierto que, las novedades en cuanto a la inclusión de las mujeres, ha generado algunos cambios, por ejemplo, el uso de un lenguaje no sexista que, aunque no es bastante, al menos ha servido para visibilizarlas. De la misma forma, en las leyes electorales, se ha conseguido la paridad y alternancia en las elecciones para los legislativos y no así para los ejecutivos. También se aprobaron algunas leyes importantes como la Ley 348 para garantizar a las mujeres una vida sin violencia, la ley 243 Contra el Acoso y Violencia Política o la Ley Contra todo tipo de discriminación, que sin duda son avances, pero no son suficientes.
Por otro lado, en los últimos tiempos al parecer han resurgido nuevamente las actitudes patriarcales y la subestimación de las mujeres, se comprueba la poca presencia de mujeres como candidatas para gobernadoras y alcaldesas, se verifica el acoso sexual y político contra ellas y lo que es peor, los líderes y académicos, continúan manteniendo que primero se debe trabajar por un cambio de la sociedad y que el tema de la situación de desigualdad y pobreza de las mujeres no es político, que eso debe pasar a segundo plano, eso no es verdad, es político todo lo que tenga que ver con la exclusión de la mitad de la población.
Por esta razón, es ineludible, corregir esta forma de pensar, es preciso una reestructuración radical del pensamiento y del análisis, que de una vez por todas se acepte el hecho de que la humanidad está formada por hombres y mujeres en partes iguales, y que las experiencias, los pensamientos, los sentires, los saberes y las ideas de ambos sexos han de estar representados en cada una de las opiniones y versiones que se haga sobre los seres humanos y en cada una de las propuestas de transformación de la sociedad.
Cochabamba, marzo de 2021