Romper la maldicion del eterno retorno
Si algo nos enseña la historia es que no hay revolución irreversible, que a un ciclo revolucionario suele seguir un ciclo contrarrevolucionario y con ello la restauración y venganza de las clases dominantes contra un pueblo que se atrevió a transitar senderos de cambio, fue lo que vivió Bolivia en el ciclo Noviembre 2019 a Noviembre 2020.
Mucho menos podemos olvidar, que es la impunidad la que facilita las restauraciones. Fue la impunidad de Hugo Banzer conseguida a costa del asesinato de Marcelo Quiroga Santa Cruz, lo que le permitió volver a Banzer y su partido ADN al poder travestidos de demócratas, gatopardismo se llama a esa cosmética de la restauración política.
La aprehensión de la expresidenta de facto Jeanine Áñez y ex autoridades de su gobierno, detenidos en forma preventiva en La Paz por el delito del Golpe de Estado del 2019, han provocado reacciones de todos los sectores sociales. Por un lado los que van desde el rechazo total a este enjuiciamiento hasta quiénes cuestionan su oportunidad con el argumento que esta medida buscaría la neutralización de un debate al interior del MAS acerca de las responsabilidades internas del golpe de Estado y los últimos resultados electorales, además de que se debería priorizar el enjuiciamiento por las masacres de Senkata y Sacaba.
Estamos ante un dilema histórico: impunidad o justicia. No caben términos medios.
Quienes disfrazan su verdadero propósito, el de la impunidad, argumentan que todo esto es nada más que una batalla de narrativas, la del golpe frente a la del fraude. Seamos claros, los delitos no se configuran en base a narrativas, son los hechos y sus pruebas las que se encargan de afirmar que lo sucedido en Noviembre del 2019 fue una sucesión inconstitucional, y que la autoproclamación de Jeanine Añez fue inconstitucional, por eso configura un delito y, eso es lo que deberá desvirtuar su defensa en un juicio penal, no de responsabilidades, porque ése es un privilegio para autoridades legalmente constituidas.
Si se busca justicia, sería un craso error caer en falsas contradicciones o prioridades, porque el juicio penal a los golpistas no menoscaba la búsqueda de justicia de las masacres de Senkata, Sacaba y otras, al contrario, es lo que objetivamente permitirá allanarlas.
Si lo anterior es en un error, argüir que se está buscando neutralizar los debates al interior del MAS o que se está urdiendo un complot para derrocar a Luis Arce y posibilitar el retorno de Evo, es en el primer caso, salirse por la tangente; en el segundo caso, estamos ante una tenebrosa fantasía.
Como MG-ELN nos sumamos a los sectores sociales que han convocado a cerrar filas en torno al gobierno legal y legítimamente constituido de Luis Arce y David Choquehuanca y a respaldar, sin peros ni falsas objeciones, de que se haga justicia, sancionando penalmente a los actores y autores intelectuales del derrocamiento de un presidente democráticamente electo.
Estamos convencidos que solo la intransigencia en la realización del juicio, sanción a los golpistas, justicia y resarcimiento a las víctimas de las masacres, podrá romper el círculo del eterno retorno por el de la transformación de nuestra realidad social y con ella de nuestro ajayu.