Desde la bomba atómica a la intervención humanitaria.
La Crisis de Octubre en 1962 llevó al mundo al borde de la Guerra Nuclear, algunos residentes cubanos en Miami, exigieron a Kennedy con manifestaciones y llamamientos para que lanzaran las bombas atómicas a La Habana y otras ciudades importantes del país, sin importar los muertos, la destrucción y la contaminación.
Después se conocería que los entusiastas voceros de la muerte, no tenían familiares, amigos o amores en Cuba y fueron denunciados de criminales irresponsables.
Los guerreristas no calcularon que las corrientes marinas o los fuertes vientos podrían trasladar las nubes de polvo con radioactividad a los países vecinos y diseminarse en el territorio norteamericano, especialmente la ciudad de Miami donde ellos vivían.
A juzgar por los disturbios en Cuba del 11 de Julio del 2021 a 60 años de la invasión mercenaria por Playa Girón, derrotada en 66 horas, se produjo la moderna embestida llena de mentiras y calumnias, derrotada en menos de 24 horas.
La agresión disfrazada de pacifica mostró su rostro con actos de violencia, saqueos, ataque a un hospital de niños, pedradas a las instituciones y las autoridades, vulgaridades y anexionismos. Los traidores, mercenarios y confundidos salieron a las calles, a la misma hora, con las mismas consignas, dictadas desde Miami por los organizadores de la agresión entre ellos los senadores norteamericanos Marcos Rubio, María Elvira Salazar y los hermanos Díaz Balar.
Hijos de los criminales atómicos e irresponsables sin familias, ni amigos en Cuba, que exigían lanzar las mortíferas bombas.
Al fracasar sus planes, lanzaron un llamamientos a un corredor humanitario, mantener el cruel bloqueo genocida, una invasión militar o bombardeo a Cuba, mantener las medidas anticubanas de su mentor Donald Trump de suprimir las remesas, los vuelos, la separación de las familias y amigos que no los afecta a ellos, es el mismo actuar de los criminales irresponsables que exigían las bombas nucleares.
Para ese tipo de persona, es más importante el odio, las mentiras y la incapacidad de hacer cálculos sin medir las consecuencias, lo único claro es que están logrando que el actual presidente de Estados Unidos, actúe como un subordinado y que de asesores de Donald Trump, ahora son los que mandan en las cuestiones de Cuba.
Tampoco calcularon que producto de esta agresión la Revolución Cubana amante del amor y la tranquilidad salió fortalecida, el sentido de Patria creció y la unidad en torno a sus actuales dirigentes sigue siendo invencible.
Si Marcos Rubio, María Elvira Salazar y los hermanos Díaz Balar, actuaron como senadores norteamericanos esperamos que respondan ante esa institución por la actitud de intervenir en los asuntos internos de Cuba y como descendientes de malos cubanos, nuestros tribunales deben juzgarlos, pagar los daños cometidos y denunciarlos ante la INTERPOL como terroristas.
Sería útil que los cubanos residentes en Estados Unidos no se dejen engañar por estos extremistas y se detengan unos minutos a leer a José Martí cuando refiriéndose a la conquista de los españoles a nuestras tierras escribió:
(…) “Pizarro conquistó al Perú cuando Atahualpa guerreaba a Huáscar; Cortés venció a Cuauhtémoc porque Xicoténcatl lo ayudó en la empresa; entró Alvarado en Guatemala porque los quichés rodeaban a los zutujiles. Puesto que la desunión fue nuestra muerte ¿qué vulgar entendimiento, ni corazón mezquino, ha menester que se le diga que de la unión depende nuestra vida?…”
El Maestro de todos los cubanos terminó escribiendo: “ Vivir en la Tierra no es más que un deber de hacerle bien. Ella muerde y uno la acaricia. Después la conciencia paga. Cada uno haga su obra. (José Martí: Obras completas, t. 7, p. 118).
Estas palabras son válidas para nuestros pueblos y para cada persona. Luchemos por la unidad, la justicia, la independencia y la soberanía y enfrentemos al imperialismo norteamericano y sus servidores en sus propósitos de dividirnos para someternos y explotarnos. Viva el amor y la verdad. Abajo el odio y las mentiras.