El acoso político del patriarcado y del colonialismo
En el avance de la democracia en nuestro país y en otros, dos aspectos que la han fortalecido son la democracia intercultural y la democracia de la igualdad o de la equidad de género. Sin embargo, no todo ha sido cristalino y han surgido detractores que las más de las veces responden nomás a lo establecido en los imaginarios discriminativos en contra de las mujeres.
A pesar de que la propuesta de equivalencia entre mujeres y hombres planteada en las leyes electorales y a pesar de que los logros conseguidos han ubicado a Bolivia en el tercer lugar en el mundo con mayor cantidad de mujeres en los legislativos después de Ruanda y Cuba, aún existen muchos conflictos para las mujeres que impiden que cumplan los roles políticos de manera libre y sin presiones. De esta forma, muchas mujeres que han accedido a los cargos legislativos, Asambleistas nacionales y departamentales y concejalas, se han visto enfrentadas a acciones a veces sutiles y a veces violentas para evitar que ellas puedan cumplir sus funciones de manera eficiente y puedan proyectar liderazgos femeninos. Los actos de acoso y violencia política evitan que mujeres accedan a niveles superiores de poder, tampoco pueden hacer una carrera política, porque de esta forma entran en competencia con aquellos que tradicionalmente han usufructuado esos cargos, los hombres, quienes tienen miedo de ser opacados.
Varias mujeres han sentido en carne propia acciones acosadoras y violentas y las más se han retirado de la política con un sabor amargo por los graves daños, como la desvalorización, la falta de respeto, la presión psicológica que causa el Acoso y la Violencia Política en el desarrollo de sus funciones.
Este es el caso de las Concejalas de la actual gestión municipal del Cercado, de Cochabamba, que han sido objeto de amenazas y desvalorizaciones por que ellas exigieron que se tomen medidas después de la ratificación de la sentencia contra el Alcalde por malos manejo en su anterior gestión como Prefecto del departamento.
Pues bien, en el Concejo existe un ambiente hostil con guarda espaldas que ejercen presiones hacia las mujeres. Tienen expresiones que disminuyen y no les dejan ejercer sus funciones y menos fiscalizar al Alcalde, todo secundado por su hijo que parece mucho más provocador que sus antecesores.
Acaso esto no es una expresión clara de nepotismo? Esta es la razón porqué parientes no pueden estar en niveles de fiscalización porque no es posible fiscalizar a un pariente cercano porque median emociones muy fuertes.
Las concejalas no tienen privacidad ni derecho a expresar su opinión, mucho menos para cumplir con su rol de fiscalización.
Aquí es urgente que se aplique la Ley 243 Contra el Acoso y Violencia Política que fue elaborada y presentada precisamente por concejalas que eran víctimas de estas acciones. Es que es muy común que los hombres ejerzan esa violencia con el afán de disciplinarlas y que se sometan a sus intereses. La ley es muy clara y se debe aplicar en estos casos.
Pero más allá de la Ley, las mujeres y la sociedad en su conjunto debe reaccionar con todo el compromiso de lucha para evitar injusticias y desigualdades en relación a las mujeres. En este caso no solo se las desvaloriza por ser mujeres también por el color de la piel, calificándolas de prehispánicas. En verdad la ignorancia es atrevida, no conocen la historia, los y las prehispánicas eran las y los dueños de esta tierra hasta que vino la colonia y les quito todo lo que tenían. Pues bien, ahora no debe venir nadie de España ni de EEUU para apropiarse indebidamente de la propiedad, la cultura y el poder de nuestra Llajta.
Cochabamba, septiembre de 2021