En abril de 1960 el Vice Secretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos de los EEUU, Lester D.Mallory, en un memorándum secreto al Dpto. de Estado, definía una línea de acción contra Cuba, que consistía en la “…privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.

Las seis décadas que siguieron fueron el escenario de innumerables acciones terroristas por parte de los EEUU para conseguir esos objetivos. Incluyeron invasiones armadas, sabotajes, introducción de mercenarios en la isla, diseminación de plagas, potentes ataques mediáticos, y el recrudecimiento del bloqueo más prolongado y perverso que haya conocido la humanidad.

Hoy, en sintonía con las formas de la llamada guerra híbrida y las “revoluciones de colores”, el imperialismo apuesta a generar las condiciones para una revuelta social al interior de Cuba, que arrase con los logros de la Revolución y prive al pueblo del derecho a defender la soberanía de su patria. Con esa meta, a la que se suman fuertes sumas de dinero para el pago de cómplices al interior de la isla, una sistemática campaña mediática, y el recurso a una supuesta “libertad de expresión y protesta”, se preparan acciones desestabilizadoras para el 15 de noviembre.

Movimiento Boliviano de Solidaridad con Cuba

Santa Cruz de la Sierra, 12 de noviembre de 2021