La ch’ampa guerra en el MAS

“Ch’enko” no es propiamente un sinónimo de “crisis”, en Bolivia se utiliza para definir algo que es confuso y en estos momentos, estamos ante un ch’enko al interior del MAS.

En menos de una semana se ha desatado un vendaval de declaraciones cuestionadoras de la actitud del Vicepresidente David Choquehuanca, otras opiniones han denominado como “cáncer” a Evo Morales, un dirigente nacional del MAS ha desahuciado una eventual candidatura de Choquehuanca e inmediatamente ha tenido respuesta que recuerda el rol e importancia de Choquehuanca en la vida del MAS.

Un ex dirigente de la Central Obrera departamental de Santa Cruz, candidato a senador del MAS, ha cuestionado al Ministro de Salud e inmediatamente ha sido amenazado con un juicio por parte de un Senador del MAS, debido a los manejos prebendales, que supuestamente tiene este dirigente que fue personaje importante en la gestión de Evo Morales.

En redes sociales comenzó a circular un video del actual ministro de Gobierno, en el que indica que el gobierno de Evo Morales es corrupto, este Ministro despide a su Viceministro, por un contrato firmado por el propio Ministro, un Diputado del MAS pide congreso del MAS para elegir democráticamente a la dirección del MAS que según señala tiene 7 años de gestión cuando el Estatuto señala solamente dos años, en fin, como verá el lector o lectora de esta nota, en Bolivia estamos un verdadero ch’enko político; que ha opacado el tema de la red de corrupción organizada en el departamento de Santa Cruz, por la oposición política al gobierno del MAS.

La pugna interna en el MAS, que parece incontrolable, ocurre cuando se especula que una crisis de gabinete es inminente debido a la solicitud, que muchas organizaciones sociales han manifestado al presidente Arce, el mismo Evo Morales ha sugerido la necesidad de estos cambios.

El MAS, por otro lado, ha prohibido la creación de “bloques” que apuntalen posibles candidatos. En las redes sociales se habla de la existencia de clanes regionales como el “Clan Yampara” en Chuquisaca y el “Clan Salvatierra” en Santa Cruz.

Es innegable que existe una pugna, desde hace mucho tiempo atrás entre “Columna Sur” que reúne a militantes jóvenes marxistas, “Generaciòn Evo” y las “Juventudes del MAS”, con estos datos, más la inclusión del Pacto de Unidad con sus cinco organizaciones nacionales, tenemos un cuadro más o menos completo de la actual pugna de cuotas de poder en el gobierno.

Todo este cuadro, recuerda las “champa guerras” en la época del MNR, que llegó inclusive a enfrentamientos entre fracciones campesinas, entre campesinos y mineros, lo que fue debilitando la fuerza política del MNR, que culminó con una triple división, el PRIN de Juan Lechín, El PRA de Walter Guevara y el MNRI de Hernán Siles. ¿Es este el futuro del MAS?

Después del golpe de Estado y una vez recuperada la democracia, una fuerte corriente, dentro del MAS, pedía renovación, propuesta que fue asumida por el actual presidente Luis Arce, lo que ocurrió fue que esa renovación, en el gabinete, no fue con militantes del MAS sino con invitados y manteniendo a funcionarios golpistas, que hoy son fuertemente cuestionados.

A un año de gestión del binomio Arce-Choquehuanca, con indudables éxitos en la gestión, sobre todo económica y el manejo de la emergencia médica, el gobierno está siendo cuestionado, ya no por la oposición política que se encuentra en franco deterioro, sino por su propia organización política.

Las diferencias de opiniones, que pensábamos eran de crecimiento ideológico, han desnudado intereses personales y de grupo, dejando postergada una acción concreta militante y unitaria para reconstruir el Estado Plurinacional, que ya no se presenta como el horizonte político de transformaciones, por el contrario lo que existe es una, cada vez más borrosa, línea de horizonte que ciertamente genera incertidumbre social y política.

El anuncio de una segunda “revolución democrática y cultural” por parte de Evo Morales, desliga la actual gestión de gobierno del proyecto partidario, y se asemeja mucho a una plataforma electoral.

El debate político-ideológico es fundamental cuando se presenta una situación de crisis. Para salir del ch’enko, tenemos que recuperar la memoria cortísima de noviembre del 2019 y colocar este hecho en su perspectiva histórica, es decir que los grupos de poder oligárquico-colonial, están haciendo bien su trabajo, han introducido ya quintacolumnistas que, pese a las declaraciones de unidad, están fracturando o por lo menos intentando debilitar un instrumento político forjado por los pueblos y naciones que se cansaron de ser utilizados como una escalera y que son la garantía para construir una sociedad intercultural.

*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino

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