Burocracia Colonial y Vivir Bien
Mao Tse Tung, sintetizó muchas teorías filosóficas en la frase: “la práctica social del hombre es el único criterio de la verdad de su conocimiento del mundo exterior” la terrible materialidad de esta frase ha determinado que un filósofo de la descolonización, renuncie a un cargo en la gestión de gobierno, nada menos que en la Vicepresidencia del Estado Plurinacional, considerado como el único bastión del Vivir Bien y el pensamiento descolonizador.
No conozco personalmente a Rafael Bautista, pero he seguido su trayectoria pública a través de sus textos y videos. Sin lugar a dudas su crítica a un marxismo anquilosado tiene su cuota parte en la presión burocrática, que le obligó a tomar una decisión, discutible, pero conciencialmente honesta.
Hemos sostenido que la construcción del Estado Plurinacional es directamente proporcional a la descolonización y decolonialidad, la demostración que no estamos avanzando en esa ruta de doble sentido, tiene varios indicadores y uno de ellos es la renuncia que nos ocupa.
Podemos apuntar otros indicadores, como el de la medicina tradicional, el de la justicia que se afirma como colonial en el caso de Santiago Mamani; o el patriarcalismo que cruza toda actividad cotidiana en Bolivia.
Pero lo apuntado por Bautista tiene que ver con la matriz del poder colonial; la burocracia, ese poder fáctico que se mofa de cualquier precepto ético y entre “gallos y medianoche” ejerce el poder real, que permite, por ejemplo, la presencia en el gobierno de golpistas comprobados tomando decisiones en varias instancias estatales; por eso no tienen fuerza los pedidos de renovación, no tiene cabida las denuncias, el poder burocrático no tiene color ni ideología.
¿Cómo construir un Estado Plurinacional y practicar el Vivir Bien con esta oscura maquinaria de poder? ¡Imposible! Esta maquinaria creada hace más de 500 años y perfeccionada con “marcos legales” los convierte en verdaderos dispositivos diseminadores de la colonialidad.
Nos equivocamos de enemigo, tanto mirar para el norte y su gobierno, nos olvidamos de este enemigo interno que ya ha minado el proceso de cambio y está a punto de terminar su faena.
¿Bautista recibirá la generosidad de la Ministra de Culturas, como con el señor Cox, con un nombramiento de Viceministro de Descolonización? Esperemos que sí, lo contrario reforzara la teoría conspirativa contra Bautista.
Un gobierno, que ya ha demostrado sus debilidades, continúa abonando el terreno de la duda y la desconfianza, aprovechada por quienes pretender destruir el Instrumento Político de los pueblos, naciones y sectores populares, que juraron en 1992 romper las cadenas coloniales.
La burocracia tiene sus métodos para garantizar su solidez y su reproducción, métodos que van desde la más pequeña sutileza, que mueve el ego, hasta la más brutal extorsión, que generalmente termina derrotando la voluntad; en las RRSS se podía leer comentarios que señalaban ¡Duró un año, yo apenas resistí un mes!
La demostración de este poder colonial es la respuesta de aceptación de la renuncia firmada por un “Secretario General” cuando la nota de renuncia tenía como destinatario al Vicepresidente. ¿Qué pasó con: “El tiempo del Vivir Bien es la lucha contra las jerarquías, oligarquías y monarquías, que dicen que gobiernan para los pueblos pero gobiernan para sí mismos”? La burocracia colonial es la herencia de las monarquías al servicio de las oligarquías.
Rafael Bautista, es la enésima víctima desde la llegada de Pizarro, no ya con el frío acero de una espada, sino a través del entramado de sutilezas, que preservan el Estado colonial, denominadas “normas internas”. La carta tiene mucha similitud con la actitud de Felipe Quispe, cuando abandonó el Congreso; en ambos casos la victoria de la maquinaria colonial, sobre la voluntad de cambio.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino