La dictadura que vive el pueblo Cruceño
Las recientes declaraciones del Gobernador del departamento de Santa Cruz nos han motivado para encontrar la forma de gobierno que está implementando, primero desde su cargo de presidente del Comité Cívico y después como Gobernador.
Sus actitudes, desde su aparición pública, no es ciertamente democrática, el sistema de terror utilizado en sus convocatorias a paros, bloqueos y cabildos, se naturalizaron como medida de presión hacia el gobierno central, quitando autoridad, por ejemplo, al exgobernador Rubén Costas a quien calificó de “traidor”.
En ese intento y con la ayuda del Diccionario de Ciencias Sociales de Rogelio Moreno Rodríguez, hemos encontrado la figura cabal del sistema de gobierno en el departamento de Santa Cruz, y este sistema no es otro que una dictadura, en el citado diccionario se señala que la dictadura es una: “Forma de gobierno por la cual una o varias personas asumen, sin limitación y de modo absoluto, las funciones íntegras de la soberanía, concentrando en sí el ejercicio del poder público.
Esta forma política, aparte de sus vicisitudes históricas, especialmente en Roma, constituye en la actualidad un sistema despótico por el cual la arbitrariedad se erige en norma jurídica, sin intervención de la voluntad de los ciudadanos ni el contrapeso de la responsabilidad”.
Desde la década de los años 50 la oligarquía regional creada sobre la base de latifundios ganaderos, organizó una especie de “gobierno local” pensamos que motivados por la falta de atención del Estado cuyo centro económico, como se sabe, era la minería de occidente.
Después de 1952, el Estado nacionalista con su política de “sustitución de importaciones” dio un impulso a las tareas de exportación de madera y la industria petrolera, sobre esa base se inyectó capitales para desarrollar infraestructura caminera y de salud y educación.
Este gobierno paralelo del Comité Cívico fue cooptado completamente por los grupos de poder económico, que es el grupo que “gobierna fácticamente” el departamento de Santa Cruz; por esta razón el sistema democrático le es ajeno, una prueba de esta afirmación es la declaración pública del actual Gobernador quien afirma que es “decisión personal” no invitar a las máximas autoridades del Estado a la efeméride departamental, asumiendo de esta manera que él, el señor gobernador es el Estado, como lo hiciera un Rey francés, allá por el año de 1700.
Las actitudes de este personaje, si no tuvieran el peso político que conlleva, y el origen democrático de su elección, sería un caso más en la anecdótica vida política boliviana junto a Melgarejo, Pereda, Natusch o García Meza.
Santa Cruz se encuentra entrampada por este gobierno factual que es el Comité Cívico, que a fuerza del miedo tiene sometida a gran parte de la población, porque existen también sectores que resisten esta forma de administrar los intereses públicos.
Como toda dictadura, en Santa Cruz se ha generado un grupo paramilitar, que se ocupa de mantener el miedo, para este cometido, como bien sabemos, por las lecciones del maestro A. Touraine, un movimiento social precisa identificar un objetivo, una especie de enemigo, que en este caso es el “gobierno centralista” independientemente de su contenido ideológico, con este epíteto fueron señalados todos los gobiernos democráticos de los últimos 50 años, por parte del Comité Cívico y las autoridades regionales, logrando posicionar esta frase y su connotación en la subjetividad colectiva e individual del pueblo cruceño.
El escenario para esta vigencia de una dictadura regional, ejercida por el Comité Cívico ha sido trabajado pacientemente durante muchos años y con la eficaz colaboración de los medios de comunicación, que en este siglo permiten mayor efectividad en este proceso de colonización de la subjetividad.
Librarse de una dictadura precisa de un espíritu democrático sólido, de un conjunto de personas que logre identificar los reales intereses de la población y ejercer la presión para terminar con este mecanismo de dominio y sumisión, como lo hicieron las cuatro mujeres mineras para derrotar al dictador Hugo Banzer. ¡Salud, en el mes de su aniversario al heroico pueblo cruceño, que espera días mejores y sin dictadores!
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino