Viendo “Noviembre Rojo” de Verónica Córdoba sobre el Golpe de Estado del 2019, en sus capítulos 4 y 5 sobre la “crisis” y las “pititas”, algo que me llamó mucho la atención, haciendo análisis en retrospectiva en comparación con la actualidad (algo inevitable), fue la construcción cultural que realizaron desde ese departamento y además la fuerza en los simbolismos, que en su momento cumplieron un rol fundamental en la sociedad pseudo-conservadora que tiene el mencionado departamento.

Durante el Golpe de Estado, en tiempo récord, lograron crear consignas, música y sumaron de forma inmediata exponentes artísticos (musicales y faranduleros) que dedicaron su tiempo a elaborar contenidos culturales, como chovenas, taquiraris, sketchs cómicos, spots cortos a ser distribuidos en redes sociales, etc.  con personalidades de alto renombre en dicho departamento. Quienes de forma sostenida basada en una narrativa fortalecida y ampliada por medios de comunicación lograron captar a juventudes ingenuas, personas indecisas en la posición política acorde al lineamiento impuesto por las élites que deseaban sacar del poder al indígena.

Sumemos a ello a la Iglesia, que articula políticamente en dicho departamento, que con apoyo de sus representantes oficiales autorizaron y manejaron simbolismos fuertes para tener ganados a católicos y evangélicos, que tienen más fuerza en dicho departamento, garantizando su participación activa, apoyando el racismo únicamente por usar el Rosario, tener una estatua de la Virgen y la Biblia en la mayor parte de sus alocuciones públicas en cabildos.

Los esquemas de fascismo y de desestabilización mediante narrativas basadas en temas religiosos, culturales y por medio del terror no han variado desde siempre, es así que Hitler también tuvo apoyo de la Iglesia y creó sus propios mecanismos culturales que tuvieron una fuerte influencia en su población,  imponiendo así la narrativa de ser la “raza superior” (similar al regionalismo en Santa Cruz) e  impulsando las SS (algo muy parecido a la Unión Juvenil), el cual no tendría fuerza si es que no hubieran trabajado en los dos puntos mencionados con anterioridad y lógicamente con financiamiento de la Gobernación y de la Alcaldía de Angélica Sosa.

Umberto Eco señalaba las 14 características del fascismo, de las cuales una gran mayoría son cumplidas a cabalidad y al pie de la letra por el Gobernador Cruceño y sus seguidores, como ser “El culto a la tradición”, cuando vemos cómo sus seguidores apelan a la “tradición” con cosas sencillas como el cambio de losetas, “rechazo al modernismo”, que lo ve como el comienzo de la depravación moderna, basado en un fanatismo religioso que va llegando incluso a la irracionalidad, “el culto de la acción por la acción”, el cual se ve en su máximo esplendor cuando sin medir consecuencias lanza un paro cívico y amenaza con llegar a ser de carácter indefinido, sin pensar las consecuencias a nivel país e incluso en población de clase media para abajo que votó por él, “el desacuerdo es traición”, solo ver las declaraciones asumidas contra el alcalde Fernández, “miedo a la diferencia” a tener como competencia alguien que no sea un “camba de pura cepa” o un colla en el Gobierno Departamental, “apelar a la frustración social” de ese sector conservador elitista, que ve actualmente cómo el indígena ahora no es ni sumiso, ni callado, “populismo selectivo” por el cual un grupo selecto de ciudadanos puede presentarse y aceptarse como la voz del Pueblo (cabildos , Comité Cívico, Unión Juvenil, etc.) “Desprecio por los débiles”, puesto que no le interesa el humilde que vive del día a día, mientras siga con medidas de presión (caso de la UAGRM cuando preguntan si seguirá percibiendo sueldo en el paro), “todo el mundo está educado para convertirse en héroe” en los discursos previos al golpe denotaban que todos eran héroes que estaban en una lucha para derrocar al “tirano”, “Machismo y Armamento”, que implica tanto el desprecio por las mujeres (solo revisar cómo obligó a asambleístas mujeres a no ejercer titularidad por imponer varones) como la intolerancia y la condena de los hábitos sexuales no estándar, desde la castidad hasta la homosexualidad, asociadas a una religiosidad extrema. Por último el Fascismo habla de la “neo-lengua”, por la cual todos los textos escolares nazis o fascistas se basaban en un léxico pobre y en una sintaxis elemental, con la finalidad de limitar los instrumentos para el razonamiento complejo y crítico, pero este no es el caso de Santa Cruz, ya que no se usaban “textos educativos”, sino  medios de comunicación y entretenimiento como reality Show, comediantes etc. básicos, quienes usan este método para garantizar la continuidad del fascismo, mediante la cultura como señalamos al inicio.

Santa Cruz está secuestrado por un régimen fascista en todo sentido, y es necesario aplicar lo que decía Durruti sobre el mismo: “con el fascismo no se discute, se le destruye”.

Fuente: Ahora el Pueblo