El chairo es una riquísima sopa boliviana, paceña para ser más exactos. Esta sopa tiene varios ingredientes, por esta razón se utiliza como como sinónimo de mezcla y juntucha, la primera frase, muy castellana y castiza y la segunda más bien de uso en el argot popular.

Asumiremos entonces que el CONADE es una juntucha, muy peculiar donde se juntan políticos radicales cuya propuesta era la lucha armada, también podemos encontrar socialdemócratas de toda laya, plataformas ciudadanas de clase media; políticos frustrados porque no dieron la talla o porque su fuerte es el negocio. Podemos decir entonces que el CONADE es una especie de recicladora de las frustraciones y ambiciones políticas que asumen un discurso tan etéreo como el de “defender la democracia”.

Su aparición pública nacional fue cuando coadyuvaron al inicio de la estrategia golpista y como uno de sus principales actores, especialmente en la ciudad de La Paz. Actualmente la fuerza que tuvo ha desaparecido junto con la derrota de toda la derecha política del país.

La ausencia de un interlocutor político que sea opositor al gobierno y con figuras claras en su pensamiento ideológico ha hecho que el CONADE se asuma como el articulador de toda la “contra” boliviana y por supuesto estos existen en todos los rincones del país; hábilmente el CONADE paceño ha dado forma a todos los “contras” del país y los ha cobijado con su manto protector y con esa ilusión ha declarado que ya son una organización nacional y proclama que están decididos a dar batalla para defender la democracia. Sus recientes adhesiones no dejan de ser curiosas: un ex dirigente del CONAMAQ y un ex Ejecutivo de la CSUTCB “encargados de las tareas con el campesino”. Por supuesto no podía faltar, en esta época cibernética su filial internacional, con sede en los EEUU.

Es legítimo que los ciudadanos y ciudadanas se organicen de la manera que se les ocurra, que se pueda convivir entre ideas fascistas y neoliberales, pero de ahí a escuchar a un ex dirigente de la COB con su discurso “revolucionario” ya entra en una comedia callejera, que no es para tomar en serio.

Bolivia ha tenido, en la política, un gran escenario para las mejores manifestaciones histriónicas, en los diversos géneros existentes, comedia, tragicomedia, tragedia. En el CONADE, todos y todas tienen estas cualidades y en esa medida debemos aceptar al CONADE como una propuesta más organizadas e importante para el desarrollo de la dramaturgia, que mucha falta hace en el país, de esta manera le daremos el lugar que debe ocupar en el imaginario colectivo. Existen ya varios candidatos a premios a la mejor actuación, por ejemplo una actuación sobresaliente de la obra “La Dueña” protagonizada por una religiosa española, o “El señor Embajador” con un economista digno de un Oscar por su desempeño en la Argentina. Podríamos citar otros nombres regionales, pero dejamos a criterio del gran público la elección de su actor favorito o favorita.

El CONADE, como género abandonó la tragedia puesta en escena en el año 2019 con su saldo de muertes y hoy ha decidido incursionar en la comedia.

#CamiloKatari