San Francisco colonial y colonizante
Mi ingenuidad respecto a la mentalidad colonial que existe en ciertas élites de la ciudad de Sucre, ha quedado muy maltrecha, porque pensé que los hechos de mayo del 2008, habían calado de manera definitiva en las conciencias herederas de la señorial Audiencia de Charcas, pero no, esta terca realidad que golpea y golpea nos dice que la colonialidad se encuentra muy presente, viva y reproduciéndose nada menos que en la Universidad!!
Cuánta razón tiene el señor Foucault, cuando señala que los dispositivos reproducen el poder, en nuestro caso los dispositivos del saber adquirido, como la Universidad que, esta visto, reproduce el poder colonial.
Los abogados formados en la Academia Carolina, fueron responsables del diseño de la llamada “independencia”, demostrada por muchos historiadores como una falacia, baste citar a Charles Arnade, Alipio Valencia, Orlando Fals Borda, resumidas en la frase de Enrique Cortez, en una entrevista a la BBC de Londres en el año 2009: «Los combatientes fueron unos, pero el botín de la victoria se lo llevaron otros quienes fueron los que decidieron la configuración política del nuevo Estado».
La colonialidad se ha manifestado en Bolivia de manera dramática los días de la Asamblea Constituyente, durante los intentos de golpe el año 2008, y en el año 2019 cuyo saldo son los muertos de Senkata y Huayllani, estos muertos son siempre los mismos aymaras, quéchuas o guaraníes, muertos en: Waychu (1780), en San Pedro de Tiquina (1869), en Kuruyuki (1892), Jesús de Machaca (1921).
Pero también lo es en Chayanta(1927), en Tolata, Epizana, Melga y Sacaba (1974) en la ciudad de El Alto (2003), por citar fechas conocidas. Esta colonialidad violenta tiene su eje central en el racismo, ese viejo complejo que los europeos impusieron en su guerra de despojo.
De Sucre, la antigua Charcas colonial, un representante de los nostálgicos días de pompa y rancio abolengo, se marcha para pedir al Rey Español a visitar ese antiguo reducto de reproducción del pensar en “la madre patria”, seguramente se pondrán alfombras de rojo carmesí para tan nobles par de piernas, que hoy mismo pisotean derechos de los pueblos Vascos, Catalanes, Gallegos, etc., en su reino peninsular de viejas glorias.
Estamos viviendo el retorno de los señores feudales que manejan el Estado y sus Instituciones a su mejor arbitrio, olvidando que la actual Constitución nos impela a seguir con la lucha anticolonial, sobre todo en la vida cotidiana que cada día nos enrostra el racismo, muchas veces encubierto que recorre las calles de todas las ciudades.
Veremos severos rostros besando la mano (de ser posible los pies) de un monarca anacrónico, cuyo padre pretendió hacer callar las voces rebeldes del Abya Yala. Veremos, una vez más cuerpos genuflexos, arrodillados, en señal de sumisión al pensamiento colonial-racista, repitiendo la historia de los “abogados doble cara” que nos señala la historia.
En los años 80, si mal no recuerdo, otro adorador de reyes, escritor peruano él, señaló en un escrito: “la universidad esa moribunda” y añadimos colonial y colonizante.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino