La evaluación de aprendizajes
La educación es un tema que siempre está en permanente debate, pues, hay diferentes visiones, diversos objetivos y metas, diversos enfoques, y todo ello es porque constituye una práctica política, por lo tanto no es de extrañar que en cada momento se presenten diversidad de opiniones, debates y acalorados e interminables encuentros, entre quienes se consideran expertos y otros que humildemente planean sus puntos de vista de la educación, sin embargo todos tienen una opinión en el tema, muchos coinciden y otros plantean temas opuestos y diferentes. Pero lo que nos debe quedar claro, es que la educación siempre será un tema de debate, porque tiene que ver con lo más central de la sociedad, que es la convivencia de los seres humanos, entre ellos y el entorno que los rodea, observando los avances, logros, debilidades y fracasos.
En este contexto, en los últimos días se han presentado temas delicados, que tienen que ver con la formación de los estudiantes, su aprobación o reprobación y para ello, a través de estas líneas me permito plantear algunos elementos que nos puedan permitir desarrollar una reflexión y avanzar, en la construcción perenne de los ciudadanos.
Un primer elemento que nos preguntamos, es qué tipo de ciudadano queremos formar a través de la educación? y en ese sentido se ha insistido que la formación debe ser integral, en otras palabras que tenga que ver con todas las potencialidades de los seres humanos, tanto en su subjetividad como en la demostración objetiva de la vida, desde aquellos que se desarrollan en la familia o en el entorno más cercano y en el contexto como son los sentimientos, las emociones, el trato con el otro y las relaciones con el entorno, por lo que hablar de ellos implica que la familia es el primer formador, desde el vientre de la madre se va demostrando, practicando e inculcando determinados valores y principios que son lo que dirigen la sociedad y la cultura en la que se vive, por lo tanto desde el seno familiar se desarrollan determinados valores, que prácticamente constituyen el pilar fundamental de la formación de los nuevos ciudadanos, valores y principios que irán siendo demostrados cotidianamente, la fusión de la familia con la escuela van a jugar el papel más importante en este cimiento que noma la vida.
Paralelamente a ello, en la sociedad se plantean los conocimientos y saberes que deben tener los estudiantes, en procura de contar con las herramientas cognitivas que les permita mantener su estatus, socio económico o transformarlo para contar con otros elementos del avance da ciencia, la técnica, la tecnología y participar activamente en la organización de la economía, la sociedad y la cultura de los pueblos aportando y contribuyendo en la forma como resuelven sus necesidades, sus comodidades y sus inquietudes, entre los conocimientos vale la pena señalar que los mismos siempre responden a determinadas formas de organización de la sociedad y para ello los seres humanos como seres pensantes, críticos y reflexivos, asumen decisiones ya que no todos los conocimientos son buenos para la colectividad y para lo que hace la sociedad. Hay conocimientos que han sido parte de los estudios e investigaciones que ha generado la ciencia y se consideran conocimientos universales que favorecen o sirven para la humanidad en su conjunto, pero también hay conocimientos científicos que favorecen a determinados grupos de poder, que controlan la producción y controlan el conocimiento que debe ser difundido, los cuales de manera crítica deben ser estudiados y analizados por los estudiantes en su formación.
Hoy en día gracias al avance de la tecnología, (Internet, redes sociales, inteligencia artificial, etc.), que permite la difusión de los conocimientos de todas las latitudes y de los espacios más recónditos de la presencia humana, encontramos conocimientos y estudios investigativos que señalan determinados temas abordados, pero que sin embargo no son ni pueden ser universales, porque han sido estudiados con determinas variables que responden a determinados grupos humanos, a una determinada cultura y a visiones del desarrollo de la sociedad, la exploración de los recursos naturales, la visión del hombre en su propia naturaleza y los requerimientos para responder a sus necesidades.
La producción de los conocimientos y saberes, van aparejadas de las habilidades y procedimientos que realiza el ser humano, ya que en cada caso producir conocimientos no siempre se hace con las mismas estructuras rígidas o “científicas”, sino que van respondiendo a las formas de entender la naturaleza, la sociedad, la economía, la cultura, por lo tanto, las habilidades, procedimientos y manejo de nuestra integridad corporal, mental y sentimental, estarán siempre unidas en una indisoluble y dialéctica teoría y práctica.
Estas son las bases de una forma de entender la formación de los ciudadanos que se procura desde la educación, ligado a ello está el sistema de evaluación de todos estos componentes, la demostración de los valores y principios que rigen en la vida cotidiana, la producción de conocimientos desde lo local, lo universal, lo convencional y lo no convencional o diferente como propiedad de la cultura humana, combinando en generar estructuras mentales, formas de comprensión y de convivencia de la humanidad, todo ello en el horizonte de lo que necesita nuestra sociedad en la actualidad.
Ahora bien, con seguridad que como sociedad entendemos que aún faltan aspectos centrales que deben ser mejorados, corregidos o cambiados, sin embargo desde nuestra posición consideramos que lo que hace falta es una verdadera revolución moral, que permita que los seres humanos asumamos conciencia de lo que estamos haciendo con la naturaleza, que hasta ahora ha sido nuestra fuente más importante de provisión de recursos naturales y la que nos proporciona los alimentos permanentes, asumamos la conciencia de la importancia de la vida, por lo que nuestros esfuerzos deberían estar dirigidos a preservar y conservar la misma como patrimonio, que implica luchar contra el hambre, contra el tráfico de los órganos humanos, contra la pobreza, contra las guerras, contra la exclusión, etc.
Esta revolución moral debe implicar no solo fomentar y fortalecer los valores y principios, sino debe ante todo marcar una forma de construir la sociedad donde todos tengan posibilidades de vivir dignamente.
Entonces, volviendo al principio, donde encontramos el tema de los reprobados y aprobados, el análisis reflexivo debería permitirnos hacer estas consideraciones, no para buscar culpables, sino para reencaminar los procesos educativos y la valoración de los aprendizajes en las unidades educativas, donde la presencia de los padres de familia no solo sea para exigir determinadas condiciones o comodidades, sino también para hacerse responsable de este proceso formativo de los hijos, contribuyendo al logro efectivo de los mismos y por parte del sistema educativo, generar las condiciones materiales, organizativas, curriculares y vivenciales de una cultura escolar para contribuir a la formación de los ciudadanos bolivianos en estos tiempos de tantas transformaciones y cambios.
Hay una gran tarea, que la sociedad boliviana en su conjunto debe encarar, procurar esta revolución moral que nos guie en el camino a construir una sociedad distinta y como diría Enrique Dussel, “otra sociedad es posible”.
Juan Carlos Medrano Catorceno