Litio boliviano: ¿Solución o problema?

Para hablar sobre el litio boliviano es necesario recordar el plan de la entonces Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (GNRE). Este plan comprendía 3 fases: Piloto (2012-2015) para producción de carbonato de litio y semiindustrial de cloruro de potasio, Industrial (2016-2018) para producción de nivel industrial de ambos compuestos y la de Baterías de Litio (2020) para producción de materiales catódicos, electrolitos y baterías.

A pesar de parecer un plan estructurado y secuencial, los hechos y evidencias actuales indican no se llegó a cumplir estos pasos con los objetivos necesarios. Por una parte, es obvio concluir una fase piloto sin conclusión en plenitud debido a las falencias observadas en la fase industrial. Por figura de mérito simple, se puede recurrir a la producción de litio de 2018, muy por debajo de las 20,000 toneladas proyectadas inicialmente. Por otra, están los aspectos de la situación política e histórica del país en cuanto a los inconvenientes de implementación del proyecto y más aun a la paralización total realizada por el gobierno golpista de Añez.

La intención de producir litio fue retomada por la gestión de Luis Arce, pero desafortunadamente primo una vez más ese enfoque de supuesta inspiración política y renovada, alejándose del proyecto inicial y con exageradas expectativas en una tecnología de extracción, aún hoy considerada incipiente: Extracción directa de litio (EDL). El conjunto de estos hechos y su respectivo análisis nos lleva a concluir una vez más la ceguera existente en lo referente a la urgencia de constituir las instituciones del estado a cargo de las problemáticas tecnocientíficas. La errónea visión continúa siendo la posibilidad de desarrollar y construir tecnologías e industrias propias sin una base mínima de científicos y tecnólogos especializados al nivel adecuado para confrontar estos retos no únicamente en el litio, pero también en diversas áreas de actual y posible desarrollo en Bolivia.

En cuanto a la realidad irreversible de la naturaleza de las salmueras del salar de Uyuni, es necesario y continúa siendo urgente dar a conocer sus características. Los hechos indican que la GNRE decidió por la explotación empleando el proceso de evaporación, en efecto uno de los procesos empleados a escala mundial en explotación de litio a partir de salmueras que contienen este elemento. En particular, se puede mencionar al salar de Atacama (boliviano antes de 1879), en el cuál la empresa privada SQM extrae compuestos de litio con base en esta técnica, constituyendo la mayor parte del litio del segundo exportador a nivel mundial (Chile). Sin embargo, es preciso indicar los inconvenientes cuando se compara Uyuni con Atacama. Primero, en Atacama, el desierto más seco del planeta casi no presenta precipitación de lluvia en todo el año, en Uyuni llueve casi por tres meses anualmente. La tasa de evaporación de agua es 3 veces menor en Uyuni comparada con Atacama. Esto definitivamente afecta el proceso de evaporación. La concentración de litio medida en diversos puntos (a excepción de algunos cercanos al delta del Río Grande) es mucho menor que en otros salares. Y, por último, y no menos importante, la concentración de magnesio, muy alta en el salar de Uyuni. Si bien hay evidencia la GNRE se preocupó al menos por los aspectos de lluvia, las deficiencias en el proceso productivo industrial apuntan a indicar una fase piloto incapaz de predecir o avizorar los inconvenientes de explotación a mayor escala. Peor aún, es obvio el seguimiento de personal científico de este proceso no se realizó más allá del típico “equipo científico de apoyo” en etapas iniciales. En cuanto a la tercera fase, el laboratorio de materiales catódicos de Palca, que fue equipado con algunos de los mejores instrumentos de medición con costos en los millones de dólares para realizar esos trabajos de investigación y desarrollo, fue cerrado durante el golpe de estado y su personal despedido posteriormente por la nueva administración de YLB en la gestión iniciada con la retoma de la democracia.

Este enfoque está condenado al fracaso en una situación tan peculiar y cambiante cómo es la explotación de litio a partir de salmueras, proceso que una vez iniciado modifica radicalmente la misma composición de éstas. Un aspecto adicional a resaltar es la falta de información entregada a nuestro pueblo. Nunca se realizó una socialización de los retos y menos de las decisiones tomadas para la extracción del litio. Los proyectos, que sin excepción requieren de conocimiento tecnocientífico, se manejan a “alto nivel burocrático” (lo que sea que quiere decir esto). En otras palabras, se mantiene la realidad y verdad alejada del conocimiento del pueblo. Fatal desencuentro para cualquiera con pretensión de llamarse revolucionario.

La nueva gestión del YLB, a partir de 2021, se ha enfocado en gran medida en la esperanza de las técnicas de extracción de litio directas (EDL). Los que al menos trabajamos en una de estas técnicas (todas incipientes para producción a nivel industrial) sabemos actualmente aun no existe producción a nivel de toneladas de carbonato o hidróxido de litio por medio de esta técnica. Por otra parte, la clara limitación de no contar con los científicos, técnicos en esta área del conocimiento y su falta de compromiso de formar a éstos, ha obligado a YLB a llamar a empresas del exterior a proponer sus métodos EDL. Desde luego, YLB hace énfasis en que el funcionamiento y control de las plantas a ser implementadas estarán bajo su control. Conociendo la importancia de EDL y una posible versión del mismo con éxito industrial, no es difícil imaginarse cuáles serán las condiciones impuestas por las empresas transnacionales para permitir esa situación, sí es que la aceptan. En cualquier instancia, tampoco estamos informados de las condiciones de dichos acuerdos que supuestamente ya se realizaron.

Por las razones expuestas, exigimos a las autoridades de YLB y al Ministerio de Hidrocarburos y Energía aclarar la situación real del proyecto de explotación del Litio. Enfatizamos la urgencia del establecimiento del Consejo Plurinacional de Ciencia y Tecnología para constituirse en la institución a cargo del desarrollo científico y tecnológico nacional. Ya basta de ceguera y fracaso en la búsqueda del buen vivir para nuestro pueblo. La explotación del litio deberá realizarse con las tecnologías adecuadas y por desarrollarse por nuestras propias empresas nacionales y no por empresas privadas buscando su interés propio estafando al pueblo.

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