¿Derechos de la derecha? El caso de la CIDHPDA
Además de la dominación en los ámbitos militar, económico y diplomático, la doctrina de la guerra híbrida señala que es fundamental el control de las emociones, el lenguaje, la cultura, y todo lo que concurra a la producción de subjetividades. Entre otros, el tema de los derechos humanos es particularmente sensible y sin dudas suele conmover y movilizar a sectores de la sociedad, agregando un halo de altruismo a las personas u organismos que lo invocan.
A propósito de lo anterior, y a raíz de la asonada del 26 de junio, la opinión pública conoció de la existencia en el país de una ignota Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos para el Desarrollo de las Américas (CIDHPDA). Una somera búsqueda sobre esa institución ofrece los siguientes resultados, de acuerdo a su propia información y otras pesquisas.
Fue fundada en el estado de Montana (EEUU) en 2017 por “activistas latinos defensores de los DDHH”. Con sede en México, cuenta además con representaciones en Italia, Ecuador, Colombia, Perú y Argentina. Curiosamente, no menciona Bolivia, a pesar de que cuatro cargos ejecutivos están en manos de bolivianos/as. La institución señala expresamente que sus actividades las realiza “en coordinación con organismos gubernamentales civiles e internacionales de los países en los que se encuentra”. Sorprendentemente, no parece ser el caso de Bolivia, país ante el cual la CIDHPDA se limitó a “presentar” y a solicitar acreditaciones para los “comisionados asignados a Bolivia”, trámites que cualquiera puede realizar y no implican compromiso alguno por parte del gobierno nacional. A pesar de que afirma ser un organismo “reconocido por la ONU y OEA”, no figura en su perfil institucional la modalidad ni la fecha de reconocimiento, y en su Carta de Presentación sólo indica que se “apega a los protocolos internacionales en materia de DDHH de la ONU y OEA”.
Entre otros varios comunicados de la institución, aparece uno en defensa de Xóchitl Gálvez, reciente candidata a la presidencia de México, y en contra de A. M. López Obrador, porque “lleva cinco años generando odio y violencia” y haciendo “uso faccioso del poder público”, opinión que evidentemente no comparte la mayoría del pueblo mexicano, a tenor del resultado de las recientes elecciones…Otro comunicado del 2023 reclama en favor de Amparo Carvajal, acusando al gobierno boliviano de “falta de madurez política y de Estado de Derecho”.
Integrantes de la CIDHPDA
Se observa un nutrido grupo ejecutivo. Quince miembros en el directorio internacional, dieciséis en el nacional y veintidós en el estatal (México). A continuación algunos casos y sus puestos en la organización.
1. V. H. Gutiérrez Yáñez. Se desempeña como Comisionado Presidente, el cargo más alto. Es abogado, ex diputado por el PAN en México (2000-2003). Candidato en 2023 por la coalición PAN-PRI-PRD. Con relación a esas tiendas políticas, es suficiente recordar dos gobiernos del PAN (Vicente Fox y Felipe Calderón) y el inmenso daño que ocasionaron a las mayorías mexicanas, además de su sumisión a las directivas de Washington.
2. C. Delgadillo Mejía. Comisionada Presidenta en Bolivia. Muy activa en redes con críticas y burlas contra el MAS y el gobierno, y en defensa de los que caracteriza como “presos políticos” (en realidad, responsables del golpe de estado de 2019). De acuerdo al periodista Daniel Zenteno en un reciente artículo en La Razón, “lideró una protesta en Italia en demanda de la abrogación en Bolivia de la Ley 1386, de Ganancias Ilícitas, y en ´rechazo del comunismo´ en Bolivia”. Hay además para Bolivia un Presidente del Consejo en DDHH (L. F. Hamdan C.), activo en redes con críticas sistemáticas al gobierno, en defensa de grupos de choque como Resistencia Juvenil Cochala, o difundiendo pronunciamientos de entidades internacionales de ultraderecha. Otros cargos para Bolivia son una Secretaría en DDHH y una Visitadora Penal en DDHH.
3. A. F. Montoya Uruburu. Comisionado Presidente en Colombia. Se hizo conocido por haber sido anfitrión de un tal Guy Djoken ante diversas autoridades, empresarios y políticos de alto nivel de Medellín, con vasta cobertura mediática. Djoken se hacía pasar por funcionario de la UNESCO, lo cual era absolutamente falso.
4. A. Lozano Gómez. Comisionado de Asuntos Religiosos para América Latina. Miembro de la Iglesia Mormona en México. Participa en eventos de la Interreligious Association for Peace and Development, fundada por Sun Myung Moon. Además, militante del PRI, partido político con un extenso historial de corrupción.
5. M. S. Von Sademann. Comisionada de DDHH en Argentina. Miembro activa de la Federación de Mujeres para la Paz Mundial, y la Universal Peace Federation, ambas fundadas por Sun Myung Moon.
La CIDHPDA cuenta con numerosos vínculos, particularmente en diversos estados mexicanos. A su vez, varios de los miembros de sus tres directorios presiden fundaciones de diverso tipo o son consultores y especialistas en temas jurídicos o sociales. Llama la atención que mientras Brasil y Ecuador tienen un representante cada uno en la institución, Bolivia cuente con cuatro; todo indica que no se trata de una decisión casual. En ocasiones ciertos órganos de prensa presentan a la ONG simplemente como CIDH, como si se tratara de la auténtica Comisión Interamericana de DDHH.
Aunque no se visibilice, es evidente la adscripción de varios ejecutivos de la institución a partidos políticos de derecha, algo que opera en paralelo a críticas contra gobiernos progresistas. Es revelador el nexo de algunos ejecutivos de CIDHPDA con organizaciones fundadas por Sun Myung Moon. El individuo, ya fallecido, tuvo fuerte protagonismo en la década de los años 70 y 80 como autodenominado mesías. Fundó en plena Guerra Fría una especie de secta político-religiosa para contener al comunismo, para lo cual concretó potentes alianzas con sectores evangélicos fundamentalistas norteamericanos. A través de múltiples empresas e inversiones, la secta ha tenido la habilidad y el financiamiento suficientes para reciclarse hasta hoy por medio de incontables organizaciones, siempre al servicio del imperialismo, entramados conservadores y golpistas de toda laya.