La Guerra del desierto
Julio Argentino Roca, fue el encargado de terminar con las culturas de Ranqueles, Tehuelches y Mapuches, habitantes del territorio de la Patagonia Argentina. Esta masacre duró de 1878 hasta 1885. Para una parte de la sociedad argentina, Roca es el héroe mayor de la Argentina; paro otros como el escritor Oswaldo Bayer, es un personaje nefasto al que se debe “desmonumentalizar”.
En estos días varios bolivianos, mujeres, niños y hombres están soportando una guerra del desierto, por parte del gobierno de facto. Se ha declarado la guerra el momento que, una orden política manda a asociar a las familias que se encuentran varados en el desierto a intentos “subversivos” y de esta manera ponerlos al margen de la ley, exactamente igual como operó el ejército argentino en su propia guerra de exterminio en el desierto patagónico.
El arma más eficaz que ha tenido este gobierno es la estigmatización, pasó con la población de la ciudad de El Alto, lo mismo con los habitantes del Chapare y ahora con los parias de este Estado negador de los derechos más fundamentales del ser humano como son la vida y su protección. Se escucha decir, o leer en las redes “no entiendo cómo este gobierno es tan insensible”, ¿Es que acaso, quedan dudas acerca del carácter dictatorial y racista que tiene este gobierno? ¿No estamos comprobando que el gobierno se deshace cada día por su improvisación continua, sus peleas internas y renuncias de ministros por su incapacidad comprobada? El miedo, producto de la estigmatización como arma, está logrando sus propósitos, someter nuestra voluntad física y psicológicamente, esa vieja táctica empleada desde la llegada de Pizarro a estas tierras.
Si no fuera por los principios andinos de la solidaridad, de parte del Alcalde de Colchane, para sus hermanos, seguramente estarían en peores condiciones. Esa línea imaginada, que es la frontera, ha sido quebrada, vencida por la solidaridad como valor andino.
Así como los hermanos Mapuches han sabido resistir y mantenerse en permanente lucha por recuperar su territorio, los hermanos y hermanas que deambulan pidiendo volver a su casa, a su tierra, finalmente vencerán los estigmas y las agresiones de un Estado racista y colonial.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino