Para recuperar el Estado, ¡Movilización Ya!
Ahora el turno es de las organizaciones que no darán a torcer su posición respecto a la postura del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que traslada, en concordancia con el mandato del gobierno y de sus aliados de la derecha, las elecciones para octubre en un nuevo afán de buscar que se repita el escenario del pasado año.
El asalto al poder y el olvido de la Constitución Política del Estado (CPE), son los indicadores que estamos a merced de los “nuevos salvadores de la patria”, que repetirán con el permiso de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el TSE, su propia aventura golpista, en la misma línea que sus operadores lo hicieron.
Mucho más cuando existe otra revelación sobre el golpe de noviembre, el asalto al litio, y que lo afirma de forma contundente un interlocutor de Tesla, Elon Musk, quien remarcó: “¡Derrocaremos a quien queramos! ¡Aguántense!”, había dicho.
Motivos existen de sobra para que la máxima instancia de los trabajadores conjuntamente otros sectores sociales, lleven adelante movilizaciones esta semana en protesta contra la postergación de las elecciones generales dispuesta por el TSE, del 6 de septiembre al 18 de octubre.
Es urgente y necesario que el pueblo organizado, asuma su responsabilidad histórica con el país, para superar este momento de tragedia política, económica y social, que venimos soportando desde el mes de noviembre del pasado año.
El dilema que tenemos las bolivianas y bolivianos, solamente encontrará sentido con un nuevo gobierno legítimo, que se ocupará de recuperar lo que este gobierno ha destruido, como hemos sido testigos: la educación postergada, la salud y la economía, abandonadas por el gobierno de facto.
El imperativo es recuperar el Estado que ha sido desmantelado, no podemos retornar al Estado deudor hipotecando el futuro de nuestros hijos, de las generaciones futuras, regalando nuestras materias primas como el litio a las empresas transnacionales que solamente nos dejan pobreza y abandono.
Los bolivianos y bolivianas estamos convencidos que solamente con un nuevo gobierno tendremos seguridad para retornar a la vida productiva, que ponga fin al desempleo y a los despidos; a la falta de atención médica, a la falta de medicamentos y que tenga la capacidad de detener los negociados y la corrupción que se hacen con la salud.
En consecuencia con plena convicción de la unidad del pueblo organizado, debemos respaldar las movilizaciones porque solamente así garantizaremos el respeto a la CPE y a las decisiones que tomó el TSE hace un par de semanas, en acuerdo con las organizaciones políticas.
Pero la unidad por la unidad no es una simple quimera, tiene que traducirse en lo concreto por la emergencia que vive el pueblo, por ello, el cabildo de las organizaciones tiene que determinar la conformación de una dirección política con las representaciones de trabajadores, los autoconvocados, activistas sociales y culturales que plantee acciones para la recuperación del Estado.
Solo la unidad del pueblo con una dirección política nos dará la garantía para lo que significarán otras duras batallas que definirá el movimiento popular, en su objetivo de recuperar la democracia y la dignidad del pueblo.
*Luis Camilo Romero, es comunicador boliviano para América Latina y el Caribe