Proscribir al MAS y/o patear el tablero
Las presiones indisimuladas y constantes de la dictadura de Jeaninne Añez sobre el Tribunal Supremo Electoral (TSE), cuya presidencia ella misma designó, apuntan a dos blancos con una misma finalidad política: perpetuarse en el poder.
Ha logrado que el TSE presente una querella contra el MAS IPSP por presunto delito de fraude electoral como acusación principal. Por lo pronto, ningún medio de comunicación ha informado en qué consiste la acusación y quiénes son los acusados. Todo secreto, como secretos son los juicios contra los delincuentes de cuello blanco que se llenaron los bolsillos vendiendo respiradores inútiles con sobreprecio.
Qué busca la dictadura con este eventual juicio? La Justicia bien puede rechazar la querella, algo menos que posible dada su comprobada y dócil complacencia con las autoridades del gobierno de facto.
Si el juicio se inicia, es de imaginar que uno de los acusados sería Evo Morales. Entonces, la dictadura -acaso por puro disimulo- debería garantizar el respeto al debido proceso. Permitirá que el expresidente vuelva al país con todas las garantías para asumir su legítima defensa? De seguro que no, pues tan pronto la represión puede echarle el guante encima, aparecerán una y mil acusaciones en su contra, hasta lograr su detención preventiva y posterior muerte en celdas policiales, «por suicidio».
En consecuencia, la dictadura buscará involucrar a todo el MAS IPSP en un pliego acusatorio, violentando el abc de los procedimientos legales que establecen responsabilidades individuales y culpas personales, en su caso.
A lo que se apunta es a crear las condiciones para una proscripción del MAS IPSP en las próximas elecciones. El discurso está listo: cómo puede ser parte del proceso electoral, quien hizo trampa una vez? «Monumental fraude», repetirá Carlos Mesa frotándose las manos. Hacerlo será encender la mecha de un polvorín, porque el pueblo no estará dispuesto a dejarse meter los dedos a la boca como quiso hacerlo la OEA con su ya totalmente desacreditado informe inventado.
Proscribir al MAS es patear el tablero. Hasta dónde llega la torpeza de Erick Foronda -léase embajada norteamericana- para incendiar al país? Tal vez sea cierta la teoría de un periodista de Medio Oriente, que sostiene que al imperialismo yanqui -de acuerdo a la experiencia de Libia e Irak- no le interesa poner a blancos o rojos, azules o verdes, al frente de un gobierno, sino que apuesta al caos y a la desintegración de nuestros países para su propio provecho.
Pero, cuidado! Bolivia entera sabrá ponerse al frente de estos designios.