Colonialismos del siglo XXI
500 chalecos antibalas ha sido el aporte de la Cooperación Suiza al Estado plurinacional que hoy atraviesa una crisis de salud pública ligada a otra crisis que afecta el ejercicio de los derechos humanos. ¿Es este un mensaje del gobierno suizo respecto de la situación en Bolivia, apoyan las políticas represivas?
La cooperación internacional ha jugado un papel por lo menos dudoso en su relación, por ejemplo, con los regímenes neoliberales apoyando, promocionando y financiando proyectos neoliberales que perjudicaron al pueblo boliviano.
Las teorías de desarrollo, las teorías extranacionales en el amplio campo de las ciencias sociales, siempre fueron impuestas por la cooperación internacional, de acuerdo a sus intereses, nunca cumplieron con la Declaración de París sobre la Eficacia de la Ayuda al Desarrollo (DP) siempre encontraron modos para imponer sus criterios, su lenguaje y sus objetivos, por ser los dueños del financiamiento.
Un ejemplo de nuestra afirmación lo encontramos en ONU-Mujeres, una agencia que debería respetar los preceptos constitucionales y las declaraciones de la ONU, por ejemplo, respecto al reconocimiento de la diversidad y los derechos de pueblos indígenas. ONU-mujeres organiza un evento donde todos los rostros son blancos, apellidos conocidos en el ámbito del feminismo denominado “onegeista” con una visión y formación occidental, en un país con una mayoría de pueblos originarios.
Es lamentable que ONU-mujeres retorne a la vieja práctica de fomentar elites, de no promover la práctica de la interculturalidad en el análisis de la compleja realidad boliviana. Por lo visto hoy, parte de la cooperación internacional, manifiesta su verdadero rostro que lo mantuvo escondido durante el gobierno de Evo Morales y seguramente a regañadientes aceptó alinearse en las políticas nacionales como se establece en la Declaración de París, citada anteriormente.
Mujeres que trabajan desde hace años en la temática feminista con identidad cultural, son ignoradas en estos eventos, donde participa una conocida y selecta nómina de feministas, que tienen muchas de ellas, una clara orientación racista en su pensamiento.
Hemos sido víctimas de una colonización europea desde hace más de quinientos años, y hoy muchas agencias de cooperación internacional mantienen esos aires colonizadores, para justificar su existencia.
Existen mujeres con mucho más capacidad, que nosotros, para el debate de las corrientes feministas y sus expresiones ideológicas, lo que aquí analizamos es la actitud de cierta cooperación, que ha colaborado con regímenes de gobierno contrarios al pueblo y que se mueven en los objetivos geopolíticos de sus gobiernos, es pues una forma de colonialismo del siglo XXI que sigue vigente.
La burocracia de la cooperación está formada por personal extranjero que ocupan la cúspide de su pirámide organizativa y los operadores y operadoras son bolivianos y bolivianas, que se sienten orgullo por haber logrado un trabajo en estas instituciones que, como sostenemos, son colonialistas en sus ideas y en sus prácticas.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino